lunes, 13 de febrero de 2012

Todo el mundo quiere a Sara. Entrega XIII


... se desvanecía entre sollozos internos. La alegría la visitaba poco y eran algunos de sus alumnos y los caramelos del día de Reyes, los que le alegraban el mirar de sus grandes ojos verdes. Fue con 53 años, cuando en el día de su cumpleaños, con 43 sms en su memoria sin abrir y con felicitaciones estándar vía facebook, sola como siempre -menos cuando estuvo con su abuela- se miró frente al espejo y pensó que tenía que darle una salida a su desesperación: una alegría o una pena mayor que la que tenía. Es en ese maldito instante de su segunda opción, donde Sara empezó a morir, donde Sara se abandonó a la suerte de la vida, vida que como ya sabemos, nunca le deparó fortuna ...