Tanto que tanto bromeaba con lo de escribir y tal. Con lo que me ahorraba en psicólogos escribiendo y tal. Y parece que solo escribiendo era realmente yo. Nunca me ayudó a vivir, me ayudó a escapar de mi vida y tal.
Ahora ni escribo ni vivo mi vida. Vivo una vida inventada detrás de una barba tupida. Me prometí no prometerme nada, ni mirarme con condescendencia y la verdad no sé si lo estoy consiguiendo y seguramente no me importe.
Y tal...
Pd. estaba más muerto que de parranda.